Amélie, una chica belga de 22 años, firma un contrato para trabajar durante un año en la empresa multinacional Yumimoto, en Japón. Acaba de terminar sus estudios y este es uno de sus sueños: una mujer, de ojos redondos, extranjera... en la vorágine de una empresa japonesa, con tanta jerarquía, disciplina y subyugo. Lo que era su sueño va convirtiéndose en una de las peores pesadillas: tras la aparente eficacia y saber estar de los japoneses, Amélie nos presenta algo totalmente diferente a lo que nosotros pensamos de los nipones: mala educación, maldad...
Al leer sus experiencias al ser degradada constantemente de puesto, insultado y menospreciada como persona casi quieres ir a agradecer a tu jefe que no sea así de duro. Y es que Amélie recibe un shock cultural en vena. Pronto verá que lo va a tener muy difícil, casi imposible por ser quien es. Cuando empieza a trabajar lo hace en el departamento de contabilidad pero en seguida la ven como una amenaza y la van bajando de categoría... cuando sirve cafés a los clientes la regañan por servirlo hablando en perfecto japonés, porque eso intimida... Al final Amélie acaba vigilando los lavabos masculinos de la planta 44 del edificio.
Amélie tiene unos jefes que dan ganas de matar y que parece que estudien para ser malas personas. Eso sí, al final del libro te deja un sabor de boca estupendo por la decisión de Fubuki, su jefa directa, que nos da que pensar... ¿Los jefes interpretan un papel impuesto por los que son sus jefes? ¿Hay algún jefe al que le importes realmente? Si no fuera por la peculiar y gratificante manera con la que Amélie cuenta sus experiencias propias esta novela sería muy deprimente y sentiríamos pesar por ella. Pero gracias a su simpatía y forma ácida de ver la vida, yo al menos pienso: "Amélie, que maja eres y qué bien que te pasaran estas cosas para que nos las cuentes y te lo tomes con ese humor." Un libro entretenido que fue famosísimo y ganó varios premios.
Nota: 6'5
Lo mejor: El desparpajo de esta escritora, te explique lo que te explique estás dispuesto a leerlo sin remilgos. El final me ha gustado bastante.
Lo peor: Me ha gustado bastante menos que el que ya leí el año pasado y es porque aunque es su mismo estilo, no me he divertido tanto. Es que el tema es durillo...
11 aportaciones valiosas:
Suena interesante, a ver si leo pronto un libro de esta escritora, tengo ganas desde que leí alguna reseña más por ahí... pero no sé, es lo que dices tú, el tema del acoso laboral es muy duro, es difícil encontrarlo divertido.
A mí me gustó mucho esta novela, la ironía mordaz y el estilo de la autora me parecen incisivos. Ahora tengo Ni de Eva ni de Adán esperando que le haga un hueco, se me han colado un par de novelas, pero caerá en breve.
Besote!
Sonix, anímate porque seguro que te gusta! Tiene un estilo peculiar y que engancha, ya verás. Besos.
Ismael, a mí me ha gustado pero la comparo con "Metafísica de los tubos" y ésta me gustó tanto!!! "Ni de Eva, ni de Adán" será el siguiente que la. Besotes.
A mí me gustó mucho. Tengo pendiente "Metafísica de los tubos", y si dices que te gustó más, me pondré con ella enseguida.
Bsos!
sí Saramaga, era mucho más original para mi gusto...
Besitos.
A mí me resulta bastante infumable el libro. Lo tengo a medias ni se sabe el tiempo.
¿Sí? Yo tanto como infumable no, pero me han gustado mucho más "Metafísica de los tubos" y "BIografía del hambre". Prueba con éstos a ver qué tal...
Tengo varios libros de esta autora en lista de espera,no sé por qué ya que Estupor... me gustó mucho. Si bien se me retorcían las tripas en muchos pasajes y el nudo en la garganta crecía, es un libro que recomiendo.
saludos!
Soledad, es que quizá no me gustó tanto como esperaba por eso mismo. Seguía contando cosas graciosas pero había tantos momentos duros que me quedé...
Besos
Y es que la diversiòn de Amèlie es más entretenimiento que risas, pero un entretenimiento que entre barbaridad y barbaridad te deja rumiando. De este libro, se me quedó lo sutil en hacer un paralelismo del maltrato público del gordo a la bella jefa, como de una violación se tratara, ese paralelismo entre posesión y sometimiento. Coetzee en Desgracia también toca el tema, y aunque desde diferentes puntos de vista, creo que es lo mismo. Amelie es muy ¡¡¡¡¡lista!!!
Muuuy lista! Y de peque debería ser un coco también!! Ahora que lo mencionas tengo el de Coetzee desde hace tiempo en la recámara y con lo que te gusta (si no me equivoco) me apetece leerlo.
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